Los “kei cars” japoneses, potencial futuro del coche pequeño en Europa

Los “kei cars” japoneses, potencial futuro del coche pequeño en Europa

EL coches kei Los japoneses, hasta ahora vistos con divertido interés, ya no son tan exóticos como parecen. Como presidente de la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles, Luca de Meo, también director general de Renault, acaba de proponer la creación en Europa de una categoría de vehículos eléctricos inspirados en los pequeños modelos de Nissan, Suzuki o Daihatsu, especialmente diseñados para las ciudades del Archipiélago japonés. Una nueva familia de coches que cabría entre cuatriciclos (coches sin carné, como el Citroën AMI o el Microlino) y pequeños coches clásicos, como el Twingo o el Fiat 500.

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En Japón, el coches kei (literalmente “coches ligeros”) se mezclaban con el paisaje. Representan casi el 40% del mercado nacional y tienen mucho éxito entre las clientas. Estos vehículos ofrecen cinco plazas con un tamaño limitado (su longitud está limitada a 3,40 metros), pesan menos de 900 kilos y su precio es asequible (a partir de unos 12.000 euros), gracias a numerosas ventajas fiscales y regulatorias. Sus formas paralelepípedas y su arquitectura muy vertical son el resultado de estas especificaciones definidas para evolucionar dentro de ciudades japonesas muy densas.

Al igual que sus equivalentes japoneses, los minivehículos europeos estarían sujetos a limitaciones en términos de tamaño y motor. Según Luca de Meo, estos vehículos podrían venderse por entre 10.000 y 15.000 euros y contribuirían a democratizar definitivamente el automóvil eléctrico, en particular para los residentes urbanos y periurbanos que no tienen otra opción que desplazarse al trabajo en coche.

Si se siguiera este camino, sería una pequeña revolución. Intentos de importar modelos de familiares. coches kei En Europa, como el Wagon R de Suzuki o el Daihatsu Trevis, sólo han tenido éxito con respeto, sobre todo por su motor, difícilmente compatible con la forma de conducir de los conductores del Viejo Continente. En la versión eléctrica esta objeción se eliminaría, pero surgirían otras.

Estilo muy original

De hecho, los modelos japoneses de tamaño muy pequeño no son capaces de cumplir las estrictas normas europeas para la homologación de un vehículo concreto, especialmente en términos de seguridad pasiva. Ciertamente, las normas impuestas a los coches sin permiso no son especialmente exigentes, pero cuesta imaginar a las autoridades autorizando la circulación de coches en cinco lugares diseñados con normas anticolisión minimalistas.

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By Raul J. Gomzalez

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