Gazprom, el gigante gasístico ruso dirigido por amigos cercanos de Vladimir Putin que escapó a las sanciones europeas, ha quedado atrapado en la justicia francesa. La juridiction interrégionale spécialisée (JIRS) économique et financière du parquet de Paris s’intéresse à une villa de la Côte d’Azur qui, avec ses trois piscines, son court de tennis et son héliport, est l’une des plus luxueuses de la Costa azul. Situado en Roquebrune-Cap-Martin (Alpes Marítimos), cerca de Mónaco, fue en su día base del dictador zairense Sese Seko Mobutu y su familia.
Según información de Mundoun procedimiento legal relacionado con sospechas de “blanqueamiento agravado” fue abierto y confiado al servicio de investigación financiera judicial (SEJF) de Bercy. “Todos los elementos sugieren que los sucesivos planes de adquisición de la villa se realizaron en nombre de diferentes empresas, cuyos propietarios indirectos equivaldrían a convertir a la empresa Gazprom en la beneficiaria efectiva”, detalla el piso a la Mundo. Fueron las sospechas sobre la verdadera identidad del dueño del inmueble las que abrieron la investigación judicial.
El gigante del gas, que representaba el 8% del PIB de Rusia antes de la guerra en Ucrania, es uno de los mayores contribuyentes al presupuesto estatal ruso. Parte de sus ingresos también ayuda a financiar una milicia privada comprometida en el frente ucraniano, según documentos publicados por Kiev en febrero. L’entreprise publique est dirigée par des proches de Vladimir Poutine, que ce soit son PDG, Alexeï Miller, ou Viktor Zubkov, le président du conseil de surveillance, qui l’ont tous les deux côtoyé lorsque ce dernier a travaillé à la mairie de San Petersburgo.
El propietario oficial de la villa en Roquebrune-Cap-Martin es, desde el otoño de 2016, un rico empresario ruso-armenio, Samvel Karapetyan. Pero muchos elementos reunidos por El mundo, tomados de registros oficiales y datos filtrados de la investigación «Chipre Confidencial» muestran que Gazprom todavía mantiene múltiples vínculos con esta villa a pesar de su retirada oficial en 2016. Según nuestra información, la villa, por ejemplo, fue prometida en beneficio de de Gazprombank y una sociedad offshore vinculada a un ejecutivo de Gazprom. Si la investigación judicial demuestra que los numerosos arreglos en torno a la propiedad permitieron ocultar la identidad del verdadero propietario de Roquebrune-Cap-Martin, los tribunales podrían embargar la propiedad y confiscarla definitivamente en caso de condena.
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